Las aguas subterráneas son las que se extraen a través del uso de un pozo de bombeo. Se trata de aguas muy puras, ya que, antes de haber sido depositadas en el acuífero, han sido filtradas por diferentes capas de diversos materiales que han ayudado a eliminar impurezas y a aumentar su calidad.
En los acuíferos donde el agua se encuentra confinada entre capas impermeables es necesario realizar perforaciones. Una vez perforada esta capa, se instala la bomba. Normalmente se instala también un encofrado para evitar que se derrumbe el pozo de bombeo luego de la perforación.
Es necesario saber que el nivel del agua subterránea varía dependiendo de la estacionalidad. Sin embargo, es muy importante tener este factor en cuenta para evitar la sobreexplotación del pozo, así como otros factores perjudiciales tales como una mala gestión del bombeo o la proliferación de pozos ilegales que puedan comprometer el suministro de agua.
¿Necesitas un pozo de bombeo? 👇
Cada pozo es diferente y cuenta con una capacidad específica. Esta capacidad se determina por los m3/h por cada metro de descenso del agua que se está bombeando. Es imprescindible conocer esta medida para optimizar el bombeo con el equipo adecuado, así como para conseguir el menor nivel de descenso posible.
Se debe contar con una bomba con capacidad suficiente para elevar el agua con una presión determinada, como si de un sistema de riego se tratase. Esta presión con la que sale el agua debe ser tomada en cuenta a la hora de realizar los cálculos sobre la capacidad del pozo.
El bombeo excesivo puede resultar en un descenso brusco de la capacidad del pozo de bombeo, así como generar dificultades en el sistema tales como atascamientos o un aumento en las necesidades de mantenimiento. Es necesario contar con expertos como Edasur, especialistas en pozos de bombeo, para poder explotar un pozo de manera óptima y dentro de la normativa vigente.
Sin comentarios