Los depositos de agua para enterrar cumplen básicamente las mismas funciones que los depósitos para aguas pluviales, para aguas residuales, o para la acumulación de agua potable y para riego. Sin embargo, la diferencia es que son depósitos construidos específicamente para ser enterrados en todo tipo de terreno, o para ocultarse en espacios bajo el suelo.
Existen depósitos de agua para enterrar con diseños que se adaptan a cualquier tipo de situación o de espacio. Los depósitos, además, pueden ser de características flexibles o rígidas y existen incluso modelos de depósitos extraplanos, o los que sirven para el ahorro de espacio.
Ventajas de un deposito de agua potable para enterrar
Como se ha mencionado, las características que ofrece un depósito de agua para enterrar son las mismas que puede ofrecer un depósito de agua a la vista. En el caso del agua potable, pueden servir para acumularla durante largos periodos de tiempo gracias a sus filtros y al especial diseño de los materiales de fabricación, que son opacos a la luz solar y totalmente inertes para evitar filtrados al agua.
Gracias a ello, es posible acumular y conservar una gran cantidad de agua en buen estado para utilizar en épocas de sequía, tanto para beber como para el regadío. Por otro lado, utilizar el agua desde un depósito enterrado puede servir para calcular la que se utiliza, fomentando el ahorro.
Las ventajas para un depósito enterrado de aguas residuales son las siguientes:
Lo cierto es que los depósitos de aguas residuales suelen enterrarse, por lo que los depósitos para enterrar son especialmente indicados en estos casos.
Gracias a su instalación bajo tierra, se evita la posible corrosión y desperfectos del depósito por accidentes o por degradación ambiental. De este modo, además de prevenir fugas incómodas de olores desagradables, es más difícil que se produzca una filtración que pueda tener algún impacto en el medio ambiente.
Ventajas de un depósito para aguas pluviales para enterrar
El almacenaje bajo tierra del agua de lluvia permite acumular una gran cantidad de agua de las precipitaciones en un gran espacio, sin que por ello sea necesario habilitar un recinto o habitáculo para ello.
El agua de lluvia es una fuente muy limpia, que proporciona agua sin cloro ni cal. Es cierto que, sin tratamiento, no reúne las características necesarias para utilizarse como agua potable tal cual. Sin embargo, al acumularla en un depósito bajo tierra, es posible ahorrar en su uso en varias tareas.
Por ejemplo, es posible utilizar el agua pluvial para las lavadoras, para la recarga de los inodoros o incluso las duchas de un hogar. También se puede recurrir a esta fuente de agua enterrada para grandes labores de limpieza, o incluso para suministrar de riego grandes zonas cultivadas.
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